(no hay paz en los océanos cuando mueren niños en la tierra)

En el operativo del 3 de diciembre de 1976 asesinan a Catalina Ginder y a Rubén Santucho. Junto con ellos es secuestrada su hija Mónica, de 14 años. Se cuenta que en el operativo ella logra esconder a sus hermanos menores en un tacho recolector de basura. No pudo escapar, fue cautiva durante 3 meses y luego asesinada.

La potencia trágica del caso real cobra forma en un texto poético que rinde homenaje a la valentía de la niña; pero que también lleva a reflexionar sobre todos aquellos otros niños que son víctimas de cualquier tipo de vejación a sus derechos, invitando a un final esperanzador donde la verdad guía hacia el camino de la justicia y la libertad.

Por ella y por la vida, este tributo.

domingo, 27 de junio de 2010

A MODO DE SÍNTESIS ARGUMENTAL

“SECRETOS EN EL FONDO DEL MAR” nace con la idea de ser representado como un trabajo integral de teatro y danza.
Escrito a modo de poema dramático para una sola voz está basado en el caso real de una niña desaparecida durante los años de la dictadura argentina.
El texto narra el momento en que esa niña, ya mujer, vuelve a la tierra para contar lo que pasó con ella y sus hermanos.
En un primer momento se encuentra como retenida por el agua que no la deja terminar de emerger. Cuenta los hechos reales y hace la denuncia; no sólo de ese hecho puntual, sino de todo lo que implique la muerte de niños en la faz de la tierra.
El epílogo es una suerte de conclusión que la mujer hace de su propio destino.

El caso real
En mayo de 2009, en el marco de la Iniciativa Latinoamericana para la Identificación de Personas Desaparecidas llevada adelante por Equipo Argentino de Antropología Forense, Mónica Graciela Santucho fue identificada. Fue el caso Nº 99 y el único hasta ahora donde se recupera una nieta muerta.
El día que se llevaron a sus padres, Mónica logró esconder a su hermana y a su hermano en un tacho recolector de basura que se encontraba cerca de su casa. Sus padres fueron asesinados en el operativo; ella no pudo escapar; fue secuestrada, mantenida cautiva durante tres meses en diferentes Centros Clandestinos de Detención y luego asesinada.

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